martes, 16 de marzo de 2010

Elefanta


Una Elefanta pasa por delante de una tienda de ropa, en el escaparate un cartel anuncia: Tallas grandes. Tras un mostrador de vidrio con luces de colores, una Pava con pestañas postizas la recibe:
-Buenas tardes. ¿En qué puedo ayudarla? -dice la pava con sonrisa burlona.
-Hola, qué tal... necesito un bañador -responde la elefanta mientras mira la ropa que está colgada.
-No tenemos de su talla -espeta la pava frunciendo los labios.
-¿Cómo dice? Pero si en el escaparate hay un cartel que pone tallas grandes.
-Sí, pero usted necesita una Supergrande, y nosotros no vendemos eso -contesta moviendo la cabeza a modo de negación mientras vuelve a sonreír, la pava.
-¿Entonces mi talla no es la grande, sino la supergrande? -dubitativa la elefanta-; ya entiendo ¿Y dónde puedo comprar ropa de mi talla? Soy nueva en la ciudad y no sé dónde ir -pregunta ahora con la vista hacia el suelo, entre confundida y resignada.
-No tengo ni idea -responde contundente y maleducada pava.

Elefanta sale de la tienda con un andar lento, balanceando la trompa sin sentido aparente. Mientras, desde la puerta de la tienda y fumando un cigarrillo la pava piensa: "Buena suerte, elefanta, buena suerte".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que no saben pava y elefanta es que excepto los humanoides, el resto de animales va en pelotas.

Ofelia dijo...

Sí que lo saben, pero a ellas también les gusta disfrazarse.